Corregidor Zañartu #748

Hace más de cinco meses que Tomás y Nicole habían cortado relaciones. Fue una decisión de él y ella aceptó la ruptura aquel día de inesperada lluvia.
Tomás olvidó y comenzó a amar nuevamente. Nicole lloró casi tres meses y comenzó a reconstruirse lentamente. Hace unos cuantos pocos días, ella sintió que el destino jugaba a su favor y que la constante mierda quedaba atrás. Lento pero seguro.
Cuando Tomás supo de la recuperación y nueva relación de Nicole, sintió un gran golpe a su ego putrefacto y a su endiosada y patética autoestima. Y decidió buscarla. La llamó, la buscó, la encontró... La encontró tan linda que le dio miedo, tan hermosa y no pudo resistirse, tan bella y se deshizo.
Las palabras sobraron, bastaron unas cuantas miradas y la cama ya era testigo de tan ferviente pasión. Sus cuerpos unidos una vez más gracias a quién sabe qué. Cuerpos lánguidos, húmedos, ingrávidos. Los dos.
Al despertar, Nicole sintió que no lo amaba. Ya no. Junto con sentirse una idiota e imbécil; la peor de todas.
Al despertar, Tomás sintió que la volvía a amar, más bien jamás había dejado de hacerlo. Y mientras pensaba y sentía como un niño, vio sobre el velador la mitad del dinero que le correspondía pagar a ella. Tal como solían hacerlo antes cuando frecuentaban esos lugares.
Ella camina tranquilamente por el Barrio Lastarria. Liberada. Él siente que el destino juega en su contra y que las palabras jamás sobraron. Siente su desmoronamiento y llora incontenidamente sobre las usadas sábanas. Como un niño.
1 comentarios:
La encontró tan linda que le dio miedo, tan hermosa y no pudo resistirse, tan bella y se deshizo.
la odiaba.
ese es amor, el odio a uno mismo.
saludos.-
De
feña, A las
23 de septiembre de 2007, 15:42
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio