Del otro lado de la ventana

A las nueve en punto dijo él. Sonrió, la besó y se fue.
Ella pensó que sería la última vez que lo vería y que todo había llegado a su fin. Que la relación había acabado y el amor también. Un año no era en vano en su vida, pero había comenzado a verlo con otros ojos, lo veía nublado, lejano. No quedaban más que recuerdos.
También pensó: "¿Nueve de la mañana o nueve de la noche?". La excusa perfecta.
Tomó un taxi, miró por la ventana y olvidó.
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